Archivo por meses: octubre 2024

La gente que dice que no hay trabajo en México.

Error. Trabajo sí hay. Bastante.
Te lo digo yo que contrato gente y convivo con gente que contrata más gente.
Tres tendencias que he notado en quienes se quejan de que no hay trabajo en el país:

A) Quieren ganar mucho dinero de entrada,
B) Sabotean sus posibilidades y
C) Buscan que todo se ajuste a ellos.

A) QUERER GANAR MUCHO DINERO DE ENTRADA.

Hay trabajos que pagan muy bien y que dan excelentes prestaciones. La aplastante mayoría de esos empleos jamás van a ser publicados en periódicos o bolsas de trabajo en línea. ¿Por qué no? Porque si yo gerente soy ascendido a director voy a jalar al puesto que estoy dejando libre a alguien que conozca, a alguien que ya haya trabajado conmigo.

A alguien de mi círculo.

No voy a poner un anuncio para contratar a un grupo de desconocidos, por muy buenos que puedan ser.
Si le puedo dar un empleo de treinta - cuarenta mil pesos mensuales a alguien, se lo voy a dar a alguien probado dentro de mi rango de atención.

¿Cómo ser alguien probado? Siendo chingón en todo lo que te hayan puesto a hacer desde el nivel más bajo hasta el nivel en que te encuentres.

Que si eras el que barría los pisos, lo hacías más rápido y mejor que los demás. Que te quedabas un rato más en tu turno para asegurarte que no quedaran las huellas marcadas de los demás. Que te tomabas el tiempo para pulir bien los pasillos aunque no era necesario hacerlo a diario.

Cuidado con esto: muchos chicos que comienzan – y muchos que ya no son tan chicos – enfocan tontamente la manera en como trabajan. Sienten que los están «explotando» por quedarse veinte o treinta minutos más en la oficina o un par de horas. O ir en sábado cuando eso no está en su contrato. O contestar una llamada en su día de descanso.

NO ESTOY DICIENDO QUE TIENES QUE VIVIR PARA LA EMPRESA.
No estoy diciendo que tienes que dejar que te exploten. No.
Lo que intento decirte es que lo enfoques de manera diferente.
ENFOCA
TODO ESTE ASUNTO
DE MANERA DIFERENTE.

Piensa en el tipo de señal que estás enviando a todo el mundo que te ve actuar, a toda la gente que te conoce, a quienes te siguen en base a tu desempeño.
«Mira, «Fulano» siempre se queda trabajando de más. Se va a las siete y todos salimos a las cinco».

Los corto-placistas lo ven como una tontería. Mejor se van a las cinco porque hasta esa hora les pagan. Tienen una urgencia por salir de la oficina para llegar a casa a navegar en internet y compartir memes chistosos y luego para ver y poner toda su atención en lo que diga el noticiero de la noche, o el facebook.

Los empleos DE CUALQUIER TIPO son los mejores centros de exhibición personal. Aprendes a ver quién es quién, cómo se mueve, qué tanto lleva las cosas más allá de lo solicitado.

Y aparte te formas una disciplina emocional.

Obviamente debes cuidar el no ciclarte. No te vuelvas super efectivo con la finalidad de que la empresa sea la única que se beneficie de ello.

Haz que todo el mundo note el esfuerzo que haces.

No te desesperes. Esto no ocurre en un mes o en tres días. Toma tiempo. Pero vale mucho la pena.
Es tu reputación la que estás construyendo.

Aparte, estás bien joven, tienes veinte, veintisiete años. ¿Qué pinche prisa tienes por salir temprano a hacer nada? Muchos de los que más se esfuerzan en no trabajar un minuto de más NO TIENEN ninguna otra actividad relevante de largo plazo en el día. Lo he visto. Lo sé por experiencia.

Las personas que son de alto desempeño, que llevan su trabajo diario a los niveles más altos, son personas que aparte de trabajar hacen ejercicio, practican un arte, aprenden otros idiomas y conviven con nuevas personas todo el tiempo. Leen. Van al cine. Experimentan. Viajan.

Usualmente quien busca salir exactamente a su hora y hacer únicamente el trabajo que le asignan y ni un poco más es aquel que llega a casa a hacer nada.

* * *
B) SABOTEAN SUS POSIBILIDADES

Hermosas y perfectas formas en que saboteas tus posibilidades laborales ante ojos experimentados en la búsqueda del gran talento:

– El perfil solicitado en el anuncio es ideal para ti, excepto por un detalle. Y por eso detalle decides no aplicar. Lo que estás haciendo aquí es que tú solito te estás filtrando. Error. Deja que ellos te digan que no. ¿Cuál es la necesidad de que tú mismo te descartes?

– La hora en que te dieron la gran cita para la entrevista estropea tu horario de trabajo actual o de alguna materia en la escuela o una cita amorosa. Lo peor no es eso, sino que le cuentas tu problema al de RRHH para ver si te la puede cambiar. No chingues. Si te interesa, soluciona tu cuento y llega a la hora que tienes que llegar. Tus problemas son eso: tuyos.

– Hablas de «yo yo yo» todo el tiempo en lugar de «puedo hacer esto por la empresa», «en donde trabajé el equipo y yo hacíamos esto y creo que podría implementar esto aquí». Agrega valor a tu oferta, no te concentres nada más en lo que quieres recibir.

– Te expresas negativamente. De lo que sea. Una persona. Una visión del mundo. Una experiencia. Esto habla de tu estado de mente.

– No sabes controlar tu lenguaje corporal. Ni siquiera conoces ese concepto de lenguaje corporal. El que sí lo entiende, te puede leer y tú no sabes qué es lo que está ocurriendo.

– Quieres que la persona o la empresa para la que todavía no trabajas de entrada se adapte a tu horario o a los días en que puedes acudir a platicar con ellos. NO. Disculpa, pero no chingues. Este es el error más común de la gente: «es que ya no voy a poder ir a verte a la hora que quedamos porque me salió una chambita». NO DIGAS COSAS ASÍ. No nos interesan tus excusas. Te ves poco profesional. Tenías una oportunidad de llegar y ahora la has perdido.

Claro, hay gente que contrata personas de bajo desempeño.
Pero les pagan poco. Los explotan. No hay mayor trascendencia en la actividad que les van a asignar.
Las personas con amplia visión y talento saben reconocer el talento.
Y buscan atraerlo.

Ten talento. Y sé profesional.
Vaya combinación.

* * *
C) QUERER QUE TODO SE AJUSTE A TI.

Quiero un trabajo bien chingón pero de preferencia a cinco cuadras de mi casa.
Que no me haga trabajar en sábado para poder salir el viernes al antro.
Que me pague bien y que no necesite yo hacer mi máximo esfuerzo.
Que me den vacaciones cuando yo quiera para irme con mi novio a Europa.
No es que eso no exista o no se pueda.
Pero uno obtiene lo que uno da.
Para un trabajo verdaderamente fregón, tú tienes que ser verdaderamente fregón.

Que hoy en día exista gente que pueda dedicar su tiempo a escribir, viajar, dar conferencias, cursos y supervisar los negocios en los que se han embarcado no es algo gratuito.

He visto reciben comentarios de «seguro fue un niño fresa que su papá tenía dinero», «seguro estudio en esta súper universidad». No tiene nada de malo que tu familia tenga recursos. Tampoco tiene nada de malo poder acceder a una educación de élite. Nada de esto fue realidad de muchos. Pero siempre es más fácil apuntar a factores fortuitos favorables para justificar la buena situación actual de alguien en lugar de pensar que se ha partido la madre haciendo lo que ha tenido que hacer para colocarse en el punto donde está.

Yo trabajé de lunes a domingo coordinando gente, en retail, haciendo reportes basicos durante siete años. Ganando poco dinero. Sintiéndome agotado y frustrado muchas veces.

Entraba a las 7:30 a.m. y salía a las 9:30 p.m. de lunes a viernes.
Los sábados y domingos todo el día.
Me regañaron muchas veces por mil tonterías.
Me premiaron unas pocas por ser efectivo.
Me desesperé porque mis jefes no parecían notar mi valía y esfuerzo.

El día de hoy cuando escucho a un chico quejarse de que tiene que trabajar dos horas demás o contestar en su descanso yo pongo los ojos en blanco.

Un empleo es una disciplina de vida patrocinada por una empresa.

Aprovecha ese patrocinio – tan raquítico o espléndido como sea – para desarrollar la mayor cantidad posible de habilidades interpersonales en una gama profesional que te hará destacar con los años.

Si te partes la madre durante mucho tiempo seguido, te volverás una persona que sabrá lo que es el trabajo duro y podrá ponerse al frente de su propio negocio o de una dirección o gerencia porque sabe marcar el paso sin cansarse.

Pero si estás soñando con el fin de semana cada siete días, ese será todo el premio que tendrás.
Tu fin de semana bonito.

Tus días de vacaciones peleados y negociados.
Puedes poner tus condiciones.
Pero sólo cuando eres alguien indispensable.
Aunque la gente dice que no hay nadie indispensable en la empresa.

Probablemente. Pero si te acercas lo más posible a ese nivel, siendo jefazo o fundador de la misma, podrás tener acceso a situaciones que ni imaginabas.

Tus horarios.
Tu salario.
Tu libertad de acción.

Si no estás dispuesto a esforzarte para lograr ese nivel, no mereces las ventajas que tiene ser vicepresidente, director, gerente, CEO, CTO o algún puesto de alta relevancia en una gran empresa.
Todos podemos.

No todos queremos.
Trabajo sí hay. Trabajos buenos sí hay.
Persistencia verdadera, enfoque, eso es lo que hace la diferencia.

Es muy fácil identificar cuando alguien tiene la actitud incorrecta hacia su trabajo: se queja de él todo el tiempo, acusa a todos los factores externos posibles e imaginables, busca zafarse del mismo.
El problema no es el trabajo que te paga poco. El problema no es el jefe que no te valora. El problema no es la empresa que te explota.

El problema somos nosotros que al seguir inyectando nuestro tiempo a esas situaciones estamos votando porque se mantengan vivas. Votamos a favor por el mero hecho de estar ahí, por el miedo a perder «la antigüedad» y demás.

La gente dice que no hay trabajo en México.

Pero es la gente que no puede ver más allá.